El 17 de julio participio en el Simposio Coleccionismo, arte contemporáneo y sociedad. El milenio revisitado, dirigido por Rosina Gómez-Baeza.
Este Simposio, que convoca la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, es una iniciativa conjunta del Instituto de Arte Contemporáneo y la Asociación de Coleccionistas Privados, 9915, en colaboración con la Fundación Banco Santander y la Fundación DKV. En la presente edición se desea abordar la compleja relación entre el patrimonio artístico en manos privadas, el museo público y las audiencias del arte. Es decir, revisar las formas y maneras en que el coleccionista interactúa en el espacio público, léase museo u otros espacios y el resto de agentes y mediadores implicados: el artista muy en primer lugar pero también la crítica y el comisariado, los docentes, la galería y el mercado, y los medios de difusión. Se abordarán estos temas partiendo de un tiempo cronológico concreto, es decir, haremos referencia a estos primeros años del milenio y al actual equilibrio de “fuerzas” que configuran el sistema del arte del siglo XXI, su configuración y características, sus intereses, sus redes…
Se analizarán también factores que inciden en la comprensión de la obra, su apertura al público, cuestión ésta que asimismo debe atraer nuestra atención y que consideramos esencial. Conocer en profundidad el universo plural del coleccionismo privado, sus narrativas, su alma y su relación con el mundo que habitamos.
Este Simposio va dirigido fundamentalmente a artistas, coleccionistas, docentes, conservadores y gestores culturales, comisarios, galeristas, estudiantes de Arte, y público aficionado e interesado en temas de Arte contemporáneo.
Mi ponencia se titula El coleccionista ubicuo y el coleccionista efímero: nuevas maneras de descubrir, adquirir y coleccionar arte en Internet
A lo largo de la última década, una serie de iniciativas han buscado expandir el alcance del mercado del arte en Internet, facilitando la difusión y la venta de obras de arte a escala global. A estas plataformas de difusión se suman otras que aprovechan las características de las obras de arte en formato digital para llevar el mercado del arte a un público de consumidores de contenidos digitales. Los servicios que ofrecen abren la posibilidad de coleccionar a distancia y también coleccionar sin poseer, prácticas que se analizarán en un contexto en que es preciso replantear concepciones tradicionales acerca de la obra de arte, su adquisición y exclusividad.